¡¡Cuánto tiempo hace ya que no me hacía esos rasponazos en las rodillas!! Esos en los que se te queda la arenilla pegada y que tu madre se empeña en echarte agua oxigenada y decir que eso no duele, cuando en realidad te escuece igual que si te estuviera echando de la botella de alcohol de quemar y tienes que soplar como una condenada. (Ni que decir tiene cuando el agua oxigenada se echa con algodón en lugar de con una gasa y se te queda pegado los pelillos blancos a la herida cicatrizándose con ella a su vez).
La foto es solo una pequeña parte de mi leñazo, hay continuación en el resto de la pierna, el brazo y las manos...xD Y todo por evitar hacerme un esguince (como es de costumbre) en mitad de un camino de cabras con una inclinación del 70%.
Ha sido un triste final a lo que ha sido una semanita maravillosa en la que por fin he terminado las odiosas oposiciones, y he pasado un monton de risas y buenos momentos amenizados por los paseos por la playa, pizzas regaladas, sidras, Pesadiellus, merenderos, Semana Negra, parilladas, descensos en canoa, cenas chinescas, mojitos Chill-outs, masajeadores de cabeza, películas en 3D...y una infinidad de anécdotas inolvidables. ;)
Todavía queda verano por delante...espero seguir aumentando esa lista, eso sí, a poder ser necesitando cremita solar en lugar de...¡¡Betadine y tiritas!!
PD. Creo que el botiquín me hará más falta a mí q a tí... parezco la "mona pupas".