martes, febrero 03, 2009

Asturias con otros ojos....


Dicen que antes de salir a recorrer mundo, se debe haber visitado aquello más cercano que nos rodea...Es por ello, que antes de iniciar mi viaje hacia la otra punta del mapa, estos días he decidido abrir un poquito más los ojos para conocer o "reconocer" parajes que se encuentan a no más de una hora de mi habitación...

¿Con qué me he topado?...

Con el reencuentro de mi sonrisa tras la apertura automática de la "puerta de las ilusiones", con ecos de estribillos cantados a duo en algún huecco del coche, con sidras a precio de flash, con una Vetusta que se transforma a partir de las 3am para no reencontrarte en sus calles, con habitaciones apartadas bajo cascadas urbanas, con ceniceros de 1kg que no entienden de pasiones, con palacios iluminados por constelaciones de 5 estrellas, con bares de sabor a magdalena y olor a alcanfor, con cuevas iluminadas entre montañas espectadoras de comuniones y de algún que otro beso escondido, con empachos de comida que duraban 3 días, con piscinas en las que ganar el premio 2º salmón, con saunas en las que sudar en silencio, con exhibiciones de acrobacias en salas de relajación y alguna que otra vela de menos, con desayunos en los que hincharse a mixtos y huevos revueltos, con trasgus que te recogen la habitación cuando les apetece, con leyendas de reyes vencedores a lomos de un asturcon, con estanques en los que arrojar un deseo para dos, con fuentes en las que 7 tragos cortan la respiración a más de uno, con lagos helados en los que rozar el cielo con tan solo un salto, con paseos por la playa que anunciaba tempestades, con arrestos policiales en calabozos de bufones, con tiburones que iluminan la mirada, con atracones de chucherías acompañadas de películas sin final, con despertares en los que disfrutar más que nunca "15 minutos más...", con máquinas capaces de convertir "uno en dos", con croquetas sabor a fabada, con karaokes de barrio en los que cantar demasiado alto o no saberse la canción no es un problema, con noches que cargan los bolsillos de arena, con secretos susurrados con la puerta de casa abierta, con dibujos que decoran tu habitación de sonrisas, con despedidas en las que un adios...vuelve a convertirse en un hasta luego.

Porque Asturias se ve diferente cuando se mira con otros ojos...con ocho ojos. ;)



2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ocho ojos que son dos. Cuando uno deja de imaginar o de intentar dibujar lo descrito a través de unas palabras. Momento maravilloso en el que, sentados, a los pies de un rincón hasta ese día sólo visto con interferencias de la red, a un amargo adiós se le coloca un lazo y se le envuelve todo el cariño que sobra para regalarlo en otro momento...no demasiado lejano.

Dicen que un hombre tiene la edad de la mujer a la que ama...¡¡que bien sienta pues un cuarto de siglo!!

Anónimo dijo...

Lo cierto es que nunca llegué a conocer tanto de Asturias como el verano en que me compré la moto. Ahora que ya "me acabé" Asturias, me veo buscando nuevos horizontes, el que se estanca muere...

@Anonimo: Si eso dicen, mi edad es el conjunto vacío, lo que implicaría que o bien soy inmortal o no existo en absoluto o... me inclino por lo tercero.