Que el del asiento de atrás vaya todo el viaje clavándome sus rodillas en la espalda....
Todavía hay algo peor, y es que además de clavarte sus rodillas no se pare quieto ni 5 minutos, con lo cual es imposible acostumbrar la espalda a esos bultos hiperactivos, que lejos están de parecer un masaje...
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