Cosas que ver en la Semana Negra

El Sábado pasado, nos juntamos unos cuantos amigos para ir a la Semana Negra aprovechando que se había inagurado justo el día anterior.

¿Qué es eso de la Semana Negra? Se pregunta mucha gente. Pues...supuestamente comenzó siendo una semana dedicada a la novela negra.

¿Y qué es actualmente? Pues...el lugar idóneo donde recibir pisotones, empujones, perder a tus amigos, ver cientos de puestos de dvds, cds, carteras y bolsos de imitación, subir en una noria que suena a carraca, beber sidra con sabor a vinagreta, whiskye sabor Baron Dandi y vodka sabor Nenuco. El lugar perfecto para inmunizarse para el resto del año y donde siempre apetece comer algo aún sabiendo que tu vida correrá peligro....

Son miles las leyendas que corren en torno a la higiene de las cocinas de esos bares, y yo, que un año trabajé allí, os aseguro que estas leyendas urbanas son mucho más ciertas que la de la niña de la curva. Y es que lo unico que se mantiene de la Semana Negra desde que se inaguró por primera vez en 1987, es el aceite de las freidoras. ¿Y los libros? Si, hay unos monísimos de cartón piedra justo a la entrada.

Mi primer consejo para iniciarse en la aventura de la Semana Negra es: "nunca vayáis con más de dos amigos" el por qué, porque es más díficil no perderse que quitarle un balón a Oliver y Benji. Este sábado estuvimos más o menos 40 minutos para avanzar todos lo que venían a ser unos 10m...

Luego viene otra eterna duda...¿Dónde cenamos? ¡No, en este no, que está vacío y si está vacío es por algo! ¡No, en este tampoco, que está hasta la bola y van a tardar mil años en atendernos! Y todo esto cuando en realidad...da igual al que vayas...escojas el que escojas...al final acabará siendo el peor de toda la feria.

Después de elegir uno y remover cielo y tierra para conseguir una mesa grande en la que cupiésemos todos, una vez sentados, leemos en el mantel de papel usado por los anteriores "el pollo y las patatas son de anteayer, sois unos timadores" ¡¡BINGO!! ¡Volvimos a elegir el peor! Tras mirar la carta por unos instantes y descartar el pollo y las patatas, solo quedaban tres opciones: bocadillos, costillas o jamon y huevos. Finalmente...elegimos bocadillos. Y por supuesto...no, no atendían en mesa, había que sacar un ticket en la caja, luego hacer una gymkana, llevarlo a otra, y así sucesivamente hasta que les apeteciese llevarte la comida a la mesa.

Después de una hora de espera y mucha hambre...comenzamos a comernos todo el pan que habían dejado los anteriores, ¡Al buen hambre no hay pan duro! como dice mi abuela, y que razón tiene...! Pero lo peor vino cuando a las chicas de atrás les llegó su comida...¡¡unas costillas y unos huevos con chorizo con una pinta increíble!!

Todos teníamos esperanzas de que no pudieran con todo para asaltar su mesa (después de habernos comido ese pan, meterse una de esas pedazo de costillas entre pecho y espalda daba de todo menos escrúpulos). Pero no, sólo nos dejaron la botella de chimichurri, que por supuesto, cogimos para echar a las migas que todavía nos quedaban de antes. ¡¡Niños pobres por un día!!

Finalmente llegaron nuestros bocadillos...nada que ver con esas costillas...4 calamares mal puestos y un pan que podía anudarse para hacer pulseras...¡¡Fracaso total!!

Después del abandono del chiringo y un intento de robo de chorizo parrillero por parte de Alberto...nos fuimos a tomar sidras a la terraza junto al mar, ese mar que durante esta semana no huele a alga...¡huele a urea!. Y allí...empezó el espectáculo.

Hay gente que asegura haber visto ovnis, nosotros todavía no sabemos que era aquella cosa epiléptica con minifalda, pelo a lo Duquesa de Alba y con dos dientes que se movia al son de la música con un bigote que ni el mísmiso Paco Lobatón...pero sin duda como para los de OT, la música parecía ser su vida...

Lamentablemente mi móvil sólo graba videos demasiado cortos, por lo que no se puede apreciar el baile entero, ni cuando fue a mear y volvio con media barriga menos...pero todavía me quedo memoria suficiente para grabar el baile de Sara que nada tiene que envidiar al de aquel ser...¿Me equivoco? xD

Y una vez pasado por eso, que sin duda fue lo más divertido, y de aguantar a las niñas que se peleaban por conseguir al mayor abuelo leñador (el que escanciaba y se regaba la cabeza añadiendo un toque de gomina al culín...) ya das por vista toda la Semana Negra!! Hasta el proximo año resalada!! ;)