domingo, julio 20, 2008

¿Quién da la vez?


El otro día tuve uno de esos días que yo llamo "productivos". Toda la mañana corriendo de un lugar para otro haciendo papeleos, que si al INEM, al Ayuntamiento, a la Seguridad Social, a Correos...Y entre agobio y agobio y largas esperas de cola, la misma pregunta en mi cabeza...¿Tanta era de la tecnología para este mojón de mico?

Y es que en lugar de avanzar parece ser que vamos para atrás...Con tanta modernidad de por medio y la única ocurrencia que tienen para administrar a tanta gente es a través del método que ya utilizaban nuestras abuelas en la frutería y pescadería del barrio...Ahora se ha puesto de moda en todas las oficinas lo de coger un papelito y esperar a que ese número coincida con el de la pantalla con el mismo estado de nerviosismo que en los bingos ambulantes de las feria.

Lo peor de todo es que el problema comienza ya nada más entrar cuando después de un largo rato de espera en el local te das cuenta de que no has cogido el dichoso número, y claro, allí...sin ticket no eres nadie, un "sinpapel" más que pasa a ser automáticamente parte de la decoración. Entonces te toca buscar la dichosa máquina y esperar la enorme cola de gente que se pelea con ella y le apreta los botones con más fuerza que a un mando a distancia sin pilas..Cuando por fin logras encontarte frente a frente con ella, con sus botones desgastados y su cinta islante negra comienza el agobio...¿¿Pero qué botón es el mío?? y es que vayas a lo que vayas, el cartelito explicativo de cada botón nunca coincidirá exactamente con lo que tú quieres hacer y toca dejarlo todo en manos del azar...cierras los ojos y le das a uno...

¡Me ha tocado el 96 letra C! Buen número, a ver si hay suerte! Y te vas a la sala de espera donde compruebas que haya la gente que haya nunca te saldrán las cuentas...20 personas esperando y 70 números para que llegue mi turno...¿Cómo se come eso? Entonces te das cuenta que las personas allí presentes se dedican al coleccionismo de tickets, que cada una de ellas tiene 7 u 8 papelitos como si se hubiera montando una timba clandestina de poker en cuestión de segundos.

Y tú allí...con un mísero y único papel que ni siquiera sabes si es el correcto...Cuando por fin la pantalla te avisa que es tu turno y te acercas a la señorita del otro lado del mostrador, un redoble de tambores te anuncia que has caído en la "casilla muerte" del juego de la oca...¡¡¡¡Vuelta a la casilla de salida!!!!- No tiene que coger la letra C señorita, para lo tuyo es la E.

Entonces es cuando te acuerdas de toda esa gente que muy precavidamente había cogido 2 o 3 papeles de cada botón al entrar, sin lugar a error, sin importarles que los números fueran seguidos, ¡¡cuantos más mejor que son gratis!!

Y frustrada y cabizbaja vuelves a la entrada para esperar la larga cola hasta la máquina...eso sí, esta vez serás la vencedora que coja más papelitos que nadie!!! Menuda soy yo!!


1 comentario:

Anónimo dijo...

Y lo verás cuando ya no esté aquí. Y te darás cuenta cuando vuelva a mi lugar. Pero aún así te sacaré un sonrisa. De nuevo, en la otra punta del pliegue, del mapa doblado por la mitad, te imagino leyendo ésto y riendo. Si lo consigo, lo demás...me sobra.

Date prisa. Aquí, como cada día, sigo esperando. Hoy, todavía ahora, sigo aquí, a unos pasos de tu casa. No perdamos el tiempo. Pido otro café para tí???.