Spinning Rural

No podía dejar este blog sin escribir un día sobre mis particulares clases de Spinning en el gimnasio al que voy actualmente en Gijón, y es que aunque llevo dos semanas...no acabo de acostumbrarme.

1. La monitora es una señora de unos 50 años clavadita a una uva pasa de esas que sobraron en la bandeja de las navidades del 99 :Arrugada, negra y dura. (Lo de arrugada es evidente...lo de negra es porque no debe haber un rayo V en el mundo que no haya pasado antes por ella, y lo de dura porque 3 clases seguidas al día de spinning quieras que no...hacen mella.)

2. Mientras estamos dandole a los pedales, comienza a emitir sonidos sin venir a cuento: ay, ayy, eyyyyyyyyyyyyyyyyy!! (todos levantamos la cabeza a ver si quiere decirnos algo...pero no, la señora sigue pedaleando como si nada) al rato uyyyyy!! ey! ey! (volvemos a levantar la cabeza, pero esta vez nos miramos atónitos entre nosotros) ay, ey oyyyyyyy, oyyy!!! (ya no nos molestamos ni en mirar).
Y es que he llegado a la conclusión que es su manera de animarnos a pedalear durante la sesión...una manera muy peculiar a la vez q rural...lo sé. Y es que si cierras los ojos puedes imaginarte perfectamente en el monte junto a un pastor y sus ovejas, en un paritorio, o en una noche pletórica de amor. Esa suerte que tenemos...aqui las bicis estáticas te transportan.

3. He llegado a la conclusión de la las bicis tienen truco. Ahora me explico por qué todos corrían a elegir bici cuando comenzaba la clase. Estos días siempre me tocaba la 12, y claro yo ahi me creía la reina del mambo. -Ayy! Eyy! Subir 1 punto de resistencia- nos mandaba, y yo en vez de 1 pues lo subía 3 por lo menos, y seguía pedaleando tan feliz mientras veía a la gente echar el higado. ¡¡Qué fuerte me he puesto en el gimnasio de León!! (pensaba yo tan contenta e inocente de mí...).
Hoy me ha tocado la bici 11...y con cada punto que nos mandaba yo veía que el punto me lo iban a tener que dar a mí...¡¡pero en la pierna cuando me reventase el músculo de tanto esfuerzo!! (Dios mío eso era peor que pedalear dentro de una piscina de petróleo!)

4. Como la señora se limita a decir "un punto", la gente no sabe si es añadir o quitar. Ahí es donde compruebas que cada bici ahí es un mundo. La gente que ya no puede con su alma (como yo hoy) pues supone que es quitar porque si añade un punto más esa bici si no fuese estática estaría subiendo por cuestas perpediculares. Y mientras...ves a otros con cara de angustia añadiendo puntos como locos, con la cadera y las rodillas a punto de dislocarse porque los pedales van mucho más rápido de lo que pueden sus piernas!! Mires para donde mires...todo un show.

5. Pasados 20 minutos experimentas lo que se siente dentro de una cámara de gas...calor y vapor por todos los lados. Tienes que encender las "largas" de la bici para poder entrever a la monitora que parece estar cruzando la puerta de lluvia de estrellas.

6. A la media hora te mueres del asco y te preguntas por qué las tias de alante se empeñan en ponerse tanga para ir al gimnasio. Un hilillo más oscuro a lo largo de su hucha comienza a calarles el pantalón...es su tanga sudado. Ves como cada vez que se sientan en el sillín eso se incrusta cada vez más entre su trasero...Dios mío cuando lleguen a casa y se quiten eso va a parecer que se están despegando un trozo de balleta vieja de cocina (mojada, pringosa y con olor peculiar). Esa es la parte en la que no se paran a pensar los hombres cuando ven a una tia despampanante que se le marca el tanga en el gimnasio...pero sí hijos sí...a las chicas guapas también les suda el culo!!

7. Hoy un viejo se me ha puesto al lado, y a mitad de la clase me empieza a silbar, yo le miro y me hace gestos raros apuntándome con su cabeza hacia la ventana y quiñando un ojo...yo miro a la ventana que da al pasillo y no hay nadie, vuelvo a mirarlo y sigue haciendome gestos, vuelvo a mirar y pienso -Este pirao qué quiere que me vaya de la clase o q? - Le vuelvo a mirar y me chilla -¡¡Que qué hora es!! - Miro a la ventana y veo que encima hay un reloj, jajajja, me siento panoli por unos instantes y le contesto- Menos 25 señor-.

8. Una vez finalizada la clase llegan los estiramientos. Espero ansiosa el momento en el que manda hacer molinos de viento completos (girando y levantando todo el cuerpo). Al ser la clase tan pequeña y estar las bicis tan pegadas...la gente empieza a darse cabezazos contra los manillares al bajar. xD Ahora comprendo por qué la gente se iba sin estirar...
Cuando manda subir la pierna encima del manillar para estirarla, es el momento en el que la monitora viendo su pata tan cerca de la cara, aprovecha para estrujarse los pelillos incrustados de las pantorrillas...¡¡no hay que perder ni un minuto en esta vida!!

9. Otra de las cosas es que el encanta hablar contigo mientras se ducha. Te ve entrar en los vestuarios y sale toda enjabonada a preguntarte cosas. El primer día pensé que se había puesto una peluca debajo del ombligo...pero no...venía en el pack.

Hoy justo cuando entré a coger mis cosas, estaba llena de jabón diciéndole a una chica...¡¡pues yo me lo lavo día sí día no!!. Cogí mi cazadora y me fuí...me quedé sin saber qué era (gracias a Dios).

Otro día os seguiré contando cosas de mi gimnasio, porque créanme...ahí hay mucho, mucho que poder contar, pero por hoy...creo que ha sido suficiente. ;)

-Beldi-